Las familias de Alcaparros valoran la educación, invierten en ella, y que se han preparado para jugar un papel profesional o intelectual prestante en la sociedad, que buscan el desarrollo humano -no solo académico- de sus hijos, y que viven en el norte de Bogotá o en la Calera.
Una familia Alcaparros busca construir un núcleo familiar unido y feliz que se apoye mutuamente. No definen el éxito solamente en términos económicos. Por el contrario, creen firmemente que el desarrollo personal y del amor propio son tan importantes como el desarrollo académico, profesional y el éxito económico. Por consiguiente, buscan un colegio que apoye las necesidades individuales de sus hijos para que ellos puedan desarrollar su potencial individual -sea cual fuere- y estén preparados para sobresalir a su manera y ser felices en un mundo cambiante. Además, buscan que sus hijos desarrollen conciencia social y de medio ambiente, y un sentido de pertenencia y responsabilidad con Colombia. Valoran el diálogo y aceptan las diferencias y buscan conectar con una comunidad afín.